Artistas del Carchi
Los pastos y sus historias del NOR-ANDE
Resumen
Se narra la historia de seres que del otro mundo que habitan las montañas, sembrando el miedo en las personas que habitan Maldonado, con el aparecimiento de las cosas de la actualidad los monstruos tuvieron que emigrar a las montañas más recónditas y profundas donde las montañas son su medio de escondite; las personas que los han logrado observar o les ha, sucedido cosas sobrenaturales.
Para la narración de estos hechos no hay un orden cronológico del tiempo, ni una línea específica de seguir la historia de narración, sin diferenciar un pasado de un presente.
El libro contiene metodologías de mejoramiento motriz y de aprendizaje con los diferentes métodos de desarrollo del pensamiento. “Los diferentes actores sociales que han estado presentes durante la historia del Norte Ecuatoriano y del Sur Colombiano, se hacen llamar Pastos, lo que de por sí hace entender el sentido de pertenencia y su vigencia genético cultural”. (Vásquez, 2012, p. 19).
Autores-Breve Biografía
Luis Felipe Vásquez Narváez
Sus estudios primarios los realizo en la escuela sucre N°1, sus estudios secundarios en el colegio Bolívar, para posteriormente ingresar a la Facultad de Jurisprudencia con 80 créditos aprobados (cuatro semestres), en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador-Quito además participo en un Taller de arte narrativo de Universidad Tecnológica América, Unita y en la Casa de la Juventud del Gobierno Provincial del Carchi, asistió al 49 Congreso Internacional de Americanistas, P.U.C.E.- Quito.
Los cargos que ha desempeñado han sido como Docente de Antropología, en la Universidad Tecnológica América, UNITA ,Investigador de Archivos y Biblioteca sobre la Sociedad Pasto, Asistente de Campo en PROANDES_UNICEF (Cotopaxi), Coordinador del trabajo de campo-Cotopaxi, en la Investigación para el Desarrollo Social (CIEDS), Promotor de desarrollo Social (I.D.C.) Tixan-Chimborazo y de Desarrollo Social en el Centro de Estudios y Capacitación de Campesinos de Azuay (C.E.C.C.A.)-Shagli, Pucara-Azuay.
Las obras más importantes que ha realizado han sido la Historia de Comuna “La Esperanza” – Cantón Tulcán, el conversatorio Tulcán Pasión por la palabra, Tradición Oral del Cantón Tulcán y el Acercamiento al indígena de Frontera para el caso de Nariño y Putumayo (inédita).
Los méritos que ha alcanzado han sido la Estatuilla otorgada por la Asamblea Nacional Constituye en el 200, Mención de honor otorgada por la Universidad Tecnológica América, UNITA – Tulcán.
EDISON DUVÁN ÁVALOS FLÓREZ
Nació en Cali, Colombia, en 1979. Es licenciado en literatura de la Universidad del Valle, donde enfocó sus aptitudes creativas en el periodismo literario. Trabajó durante dos años, 2002 y 2003, como asistente de redacción del periódico universitario La Palabra. Dos de los textos que ahí publicó aparecieron en el libro “Antología La Palabra 15 años”, del Programa Editorial de la Universidad del Valle. En el 2004 fue finalista del primer premio nacional para poetas jóvenes Isaías Gamboa. Algunos de los poemas con que concursó fueron publicados en el libro “Poesía Joven Colombiana”, de Toro Editores.
Entre el 2005 y el 2007 se desempeñó como corresponsal del Diario La Hora en la frontera colombo ecuatoriana, luego, en el 2008, fue sub editor de la regional norte de este medio de comunicación. Algunas de las crónicas y reportajes que publicó durante esta etapa fueron recogidos en el libro “Desde la frontera como trinchera”, de la Editorial del Gobierno Municipal de Tulcán.
En el 2009, fue finalista del concurso de periodismo El País Contado Desde las Regiones – Semana Petrobras, en la categoría a mejor Reportaje en Prensa Escrita, con un trabajo sobre los desplazados por las minas antipersonales. Ese mismo año recibió el premio Correo del Sur a mejor cronista del departamento de Nariño.
Además, ha sido ganador de la Beca Avina de Investigación Periodística. El reportaje que escribió con esta beca fue ganador del premio nacional de periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá, 2010, en la categoría Prensa. Su labor como reportero también ha recibido reconocimientos de parte de la Fundación Universitaria San Martín, el Colegio Nacional de Periodistas de Nariño y la Defensoría del Pueblo del Carchi, Ecuador. Además de reportero, también ha sido docente en el Sistema Nacional de Nivelación y Admisión, SNNA.
Tabla de contenido
Fragmento
La Vieja y la Moledora
Yo sí, como le digo, avisando la verdad, no he visto nada. Pero a mi mamita abuela le había salidora Vieja. ¿Cómo sería? Nosotros no estuvimos ahí, estábamos abajo, trabajando en el monte. Pero contaba mi mamita abuela que las guaguas se habían ido abajo, contra el río, a buscar caña en los sembrados que tenía mi papá. Entonces las guaguas se dejaron estar allá, y salen ya de noche. Ahí es que los había seguido la Vieja hasta la casa. Allí mi mamita abuela se puso a defender a las guaguas hasta amanecerse toda la noche. Eso que llegaba la Vieja y gritaba alrededor de la casa, buscando por dónde meterse. Las guaguas estaban en la sala, acostados, tapados, con miedo. El peligro era que si la Vieja lograba entrar a la casa se los comía a todos, se les comía el corazón. Entonces mi mamita abuela, al verse ya pérdida, tuvo la idea de coger piedra azufre, ají y todo remedio hediondo para tirárselo al potrero, por las hendijas de la casa. Así la pudo aquietar, hasta que ya amaneciendo, cuando han cantado los gallos, la Vieja lo que ha hecho es como llorar, ha pegado un grito y se ha ido.
Nosotros después llegamos a la casa y mi mamita abuela nos contó todo. Por eso yo no sé cómo será eso, porque como no se la ha visto no se sabe. Claro que de pequeño yo la oí gritar a la Vieja entre eso de las doce de la noche, cuando yo salí al baño, porque el baño estaba afuera. Es que antes las casas, en ese tiempo, eran de hoja, eran con un cercadito de guadua nomas, no eran de tabla porque aquí no se sabía aserrar la madera. Las casas se construían a lo alto para dormir, quedando una parte sin nada debajo. Pero ahí debajo disque llegaban las tentaciones a lamber las cenizas. Por eso, mi papito y mi mamita abuela tenían adentro de la casa una piedra, y con el machete la hacían sonar duro cuando ya sentían que una tentación andaba lambiendo las cenizas. Entonces la tentación salía, como salir un ganado. Las antiguas de Mayasquer, de Santa María, de Tiuquer y mi mamita abuela también conversaban que en La Moledora había una piedra ancha, gruesa, como una mesa, y otra piedra larguita, pequeña. Ahí decían que mantenía La Moledora, una que los acababa a los que salían de aquí por el lado de Mayasquer.